viernes, 8 de enero de 2010

Alucinación

No estás. Te fuiste un día. ¿O tal vez me fui yo? Ya no lo recuerdo. Y creo que ya no tiene caso recordarlo. Te extrañaba desde antes. Me pregunto si fuiste real o sólo producto de mi imaginación. Quizás nunca exististe. ¿Y si como en una película cuyo nombre no viene a mi memoria, y tampoco al caso, un día descubro que sos tan real como los sueños? Inevitable pensar en una enfermedad mal curada por haber sido mal tratada, un remedio que era para otra cosa nunca iba a curarme las heridas.Divago. Pienso en una y otra cosa. Pienso una y mil veces en vos. De tanto pensar creo que a veces te hacés real. Me buscás, me seguís, me torturás, me amargás, me enternecés, me enloquecés. Así tan pronto como das alguna señal, de repente desaparecés. Te busco entonces en cada rincón, en cada gesto, en cada mirada. Te encuentro siempre en mi memoria.Cuántas veces he visto caer las hojas de los árboles, cuántas primaveras renacieron cada vez. Recuerdo épocas de frío intenso y calores insufribles. Tanto, tanto, tanto tiempo. Creo que he vivido siempre, creo que no muero nunca. Es como un castigo, porque vos estás ahí. No puedo verte. No puedo tocarte tampoco, pero sé que estás ahí.Cuando la encontraron, la carta estaba intacta. No vieron a nadie más en la habitación. Sólo el cuerpo martirizado a puñaladas que a pesar de ser intensas, no pudieron arrancarle el fantasma que habitaba nadie sabe si en su mente o en su corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario