lunes, 21 de febrero de 2011

Pesadilla

No es cierto que esas calles me recuerden a vos. Todo me recuerda a vos. No hay instante de mi vivencia actual que no tenga un hilo conductor hacia el pasado. Y en el pasado estás vos. No hay nada más que vos. Antes de vos no hay nada.
Recorro esas calles y nos veo de la mano, acariciándonos, besándonos, y hasta incluso discutiendo. Son cachetazos de recuerdos que me invaden, sensaciones que me angustian, sentimientos que persisten.
Éramos muy jóvenes cuando todo eso sucedía. El tiempo, y nuestros propios desencuentros se ocuparon del resto. Circunstancias inesperadas me llevan a transitar aquellos recuerdos. Te pienso y adivino a cada paso tu presencia que me acompaña. Sin embargo ya no estás. No sé qué fue de tu vida. No sé qué ha sido de la mía.
Pasó tanto tiempo desde la última vez que nos vimos que siento que fue en otra vida. A veces me pregunto si realmente exististe o todo es producto de mi imaginación. Me cuesta pensar en que recorrimos tanto camino juntos, que nos gustaban los mismos lugares, que obligatoriamente transitábamos los mismos sitios, y aún así nunca más volvimos a vernos.
Estuve durmiendo durante mucho tiempo. No sé cómo, cuándo, de qué manera se pasó el tiempo. Hay en mi vida una brecha de años que no puedo justificar. Sé que soñaba cuando estaba con vos. Pero ahora que ya desperté la pesadilla se hizo realidad.

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