Errante transcurrir entre una palabra y otra. Construcción de sentido que fluye si hay códigos compartidos. Caleidoscopio que muta eternamente en movimiento incesante entre lo que se quiere expresar, lo que se dice y lo que es mejor callar. Puede que al buen entendedor le alcance con pocas palabras. No es este el caso. A veces las palabras no son suficientes, otras logran un lindo resultado que es necesario y urgente compartir. Estos son sólo algunos escritos.
lunes, 5 de julio de 2010
Distancia
Una grieta profunda que no termina. Un abismo infernal. Una muralla china. Dos mil años de Historia. Ochenta mil leguas de viaje submarino. Galaxias desconocidas. Un millón de años luz. Mesetas áridas desparramadas en la inmensidad de la extensión planetaria. Océanos salvajes de lágrimas turbulentas e irrefrenables. Terremotos implacables. Terrorismo global. Avance tecnológico. Distancias infranqueables. Silencios eternos. Lenguaje irreal. Desiertos de soledades agobiantes. Calor insufrible que quema la piel. Tortura lenta y desaprensiva. Pensamientos anclados en algún rincón del tiempo. Vacío permanente. Barreras de hielos continentales. Selvas impenetrables. Músicas de acordes conocidos y letras incomprensibles. Campos minados de incógnitas que laten como bombas a punto de estallar. Inviernos repetitivos y gélidos, muy gélidos. Montañas enormes cuya cima inalcanzable nos mira altiva desde las alturas. Desafíos perdidos. Basurales de recuerdos inútiles. Conglomerado de vivencias que oscurecen el transcurrir de los días. Obligaciones mundanas. Mutismo absoluto. Negación. Empecinamiento. La vida. El desarraigo. Continentes enteros de poblaciones masivas. Pelotón de promesas incumplidas. Orgullo perenne. El paso del tiempo. Aves migrantes que huyen en bandadas de un extremo a otro del planeta. Ejércitos de redes sociales. Conversaciones de relaciones virtuales. Bibliotecas grandilocuentes con fórmulas acerca de todo. Textos magistrales que juegan a llenar espacios. Costas acantiladas que se desgastan con el viento marino. Estrellas fugaces suicidas en su afán altruista de captar deseos y pretender hacerlos realidad. Sueños confusos. Kilómetros de vías férreas recorridas. Lluvia ácida. Guerra mundial bacteriológica. Cosmos supremo. Incredulidad manifiesta. Campos de resignación maltrecha. Piquetes que protestan ante la injusticia que no deja de azotar al mundo y dejarlo sin respuestas. Pesadillas sin fin. La muerte. Corazas sin corazón. Tormentas tropicales que lavan todas las culpas y las vuelven a generar. Huracanes perversos. Eclipses oscuros. Señales que se apagan. Esperanzas que se esfuman. Bosques arrasados por el fuego. Contaminación ambiental. Crímenes indescriptibles. Estadios de fútbol repletos. Insoportable presión en el transporte de hora pico. Resistencia elevada a la máxima potencia. Todo eso hay entre vos y yo. Y no hay un faro que me conduzca hasta vos.
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