miércoles, 25 de enero de 2012

No otra vez

Tu mirada profunda me observa. Hace tanto que no encuentro esa calidez que tanto esperé. Hay un abismo que no nos deja juntarnos. Vos ahí, con tu cara redonda, tu mirada tierna, simpática y tan conocida por mí me atraviesa con una familiaridad que creía olvidada. Ahí estás con tanta naturalidad que parece que nos hubiéramos visto ayer. Te miro y siento que el tiempo no ha pasado.
Me diste señales que no supe entender. Te busqué por caminos equivocados. Te esperé en esquinas remotas de cafés fríos y desolados. Te creía lejos, muy lejos de mí. Recree una historia, le di el argumento que me pareció más adecuado. Me convencí de ello. Y ahora, cuando las palabras sobran, estás ahí. Estoy acá, y te observo. Con incredulidad, con sorpresa, con nostalgia y con tristeza. Ridículos caprichos que nos atan otra vez a un juego de vanas coincidencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario