martes, 25 de mayo de 2010

Gato encerrado

El momento mágico de pronto desaparece. Nadie sabe el preciso instante en el que todo sucederá de un modo distinto. Habrá quienes estén más y mejor preparados para dar el vuelco, muchos otros quedarán en el camino preguntándose acerca del por qué de las cosas, tratando de encontrar una alternativa, o muriendo en el intento. Buscar desesperadamente un cambio que permita que las cosas se mantengan en el mismo sitio y de igual manera.
Un cordón que envuelve el cuello y lo asfixia lentamente pero sin compasión, todo lo contrario, con la perversión del dolor. Andar a la deriva tanteando respuestas que aplaquen a los interrogantes que hacen turbulenta la existencia. Nunca se va a dar un paso definitivo. La seguridad que construye la inseguridad es casi inevitable. Ningún terreno es seguro. Nadie conoce lo que había antes, y la falta de certezas hacia el futuro no son la opción más alentadora.
El gato se pasea de un lado a otro. Repite a cada instante las mismas piruetas. Se siente encerrado, desesperado. Lo miro deambular sin un objetivo, y no puedo dejar de establecer un paralelismo. Cuestión de naturaleza seguramente.
No todo es tan sencillo como parece, y nadie tiene, finalmente las garras tan afiladas para defenderse.

viernes, 21 de mayo de 2010

Puente

No recuerdo cuándo fue que supe de su existencia. No sé en qué instante pasó a formar parte de mi vida. Mucho menos soy capaz de identificar cuándo fue que comencé a quererlo.
Es cierto que lo ignoré durante mucho tiempo. Lo resistí también en varias oportunidades. Finalmente caí en sus redes y ya no puedo dejar de quererlo.
Puso en palabras aquellas sensaciones que no supe cómo traducir, tampoco interpretar. Me transmitió una sensibilidad inusitada. Hizo bellas hasta las situaciones más tristes y dolorosas. Adornó recuerdos. También fue objeto de rivalidades.
Hay una conexión infinita, secreta, impredecible, y ahora nostálgica. Si las cosas no suceden por azar, seguramente alguna razón habrá para que mi vida se haya cruzado con la suya. Tal vez no sea otra cosa que una realidad virtual, pero es cierto que es más real que la propia realidad y más virtual que cualquier virtualidad.
Desnuda mis sentimientos. Los expone de un modo delicado. Cosas que son imposibles se vuelven mágicamente reales por fracciones de segundos. Honestidad absoluta, pero ya no brutal. Esa tiene otra esencia aunque también es sumamente especial. Claridad de conceptos, poesía cruel, sinceridad a corazón abierto, recuerdos como películas de guiones que se redefinen y recrean dejando los finales siempre abiertos.
La piel se eriza al tacto de sus acordes, garabatos que escapan del pentagrama y recorren íntimamente todo mi ser. Diluvios incesantes que traducen emoción, nostalgia, amor. Tristeza infinita que me inunda cuando se apaga tu voz. Un secreto compartido que sólo conocemos vos y yo.

domingo, 16 de mayo de 2010

Celos

Te habla. Te escucha. Te tiene de un modo que yo nunca podría. Compartís cosas que no nos unen. Se ganó tu simpatía. También tu fidelidad. Está ahí, en el medio. Y yo me corro de lugar. Nunca he tenido argumentos. No los he creído necesarios. No puedo evitar la postura de guerra ni el virtual enfrentamiento, pero de todos modos te dejo ir.

Me rindo. No hay margen de batalla, la causa está perdida. Probablemente no pueda precisar ni el qué, ni el cómo, ni el cuándo. La magia se terminó. Como un imán que pierde su capacidad de atracción, así me siento frente a vos.

Ya no tengo ganas de hablarte, mucho menos de compartirte. Te dejo en libertad. Cuando me habla de vos siento que puede ofrecerte y pedirte mucho más de lo que yo soy capaz. Te veo fascinado. Sin querer elegiste. Tal vez inconscientemente me abandonaste.

Primero fue una grieta. Luego un abismo. Estás tan lejos que apenas si puedo tocarte. Te quiero, pero ya no puedo manifestartelo de un modo que me haga feliz. Andate, no quiero que te quedes. No quiero retenerte. Tus palabras ya no me acompañan. Son construcciones que están vaciadas de sentido. Te quise solo para mí, burbuja de un mundo imaginario cuya fragilidad se resquebraja, se agrieta. Fantasías que desaparecen por el impulso del viento.

Llegaste un día sin pedir permiso. Del mismo modo sé que te vas a ir. Voy a extrañarte durante un tiempo, el resto fingiré que nunca estuviste aquí.

Shhh...

Economía de palabras. Estruendos que es mejor evitar. Frases poco afortunadas que desbordan de infelicidad. Silencio. Evitar ponerles nombre al cúmulo de sensaciones que puja por estallar. Puñales que lastiman de una forma poderosa. Guerra sutil que no ahorra crueldad.
El objetivo nunca fue construir misiles. Destinos que se convirtieron en blancos inesperados. No sirven los llamamientos de paz. Tensa calma, diría el periodismo más amarillista y contradictorio. Construcciones de una realidad distinta según quién la elabore. Razón de la sinrazón.
Sus pensamientos construyen redes inexplicables que se funden en miseria y dolor. Sus ojos no disimulan la tristeza. No entiende el sentido de la vida. No sabe cómo volver el tiempo atrás. Tampoco como seguir. Todo está desordenado en un rompecabezas que no llega a completar. Piezas desparramadas por cualquier lugar.
Se mira al espejo y trata de disimular las imperfecciones de su rostro. Sabe que su mirada la delata. Todos se lo han hecho saber. Sin embargo, se empeña en escaparse por la tangente de una templanza que no tiene y una fortaleza que se derrite. Mientras el pincel se pasea por su rostro tratando de dibujar una imagen distinta, los fragmentos de su interior se confunden de un modo caprichoso. No puede mentirse a sí misma. Se ve al espejo y encuentra un ser que no reconoce. La mirada vidriosa la traiciona. Se apura a terminar su obra antes que los colores y texturas con las que acaba de cubrirse se fundan en una masa cocoliche que la muestre cruelmente desnuda. El espejo conoce la verdad que incluso ella misma se empeña en desconocer. Antes de irse le dirije una mirada suplicante que no es necesario traducir. Por un instante se tranquiliza, sabe que ese enemigo silencioso se puede resquebrajar, pero nunca va a revelar la verdad.

Cortocircuito

Agarró sus cosas, las acomodó como pudo en el bolso, a las apuradas, casi de un modo desesperado, y se fue. Siempre se va. Hay una fuerza que lo impulsa. Es una sensación que está latente y de pronto crece con fuerza. Lo empuja, lo echa. No le importa nada en esa mezcla angustiosa de tremendo dolor, ansias de libertad y burdo escape.

Le sucede con frecuencia que la situación lo desborda. No ha aprendido con el paso del tiempo alguna forma alternativa para desatar el nudo que lo atraganta y lo deja sin respiración. Se llama a silencio. En algún punto descubrió que las palabras no tenían sentido. Hay cosas que quiere decir y otras que no se anima. Sabe que cualquier frase que exprese será una bomba de tiempo que arrasará con todo. Elige la calma, aún a pesar suyo.

Genética desconexión que los inunda. Cada parte segmentada en fragmentos irreconciliables de algo que no tiene sentido. En qué momento fue que los caminos se bifurcaron, nadie supo encontrar esa respuesta. No hay atajos que conduzcan al encarrilamiento. Adivina un destino final que lo conmueve por lo irremediable, por lo culposo, por lo insano.

Resquicios del tiempo que ya no volverá. Vidas comprimidas en rutinas inertes e inconexas. Pegamento rápido para situaciones extremas y luego volver a descomprimir y alejarse. Ideas confusas, visiones encontradas. Abismos que se profundizan. Silencios como anestesias. Desmembramientos que se consolidan en distancias absolutas, infinitas, irremediables.

Tiene ansiedad, tiene prisa. Mientras espera en una esquina un colectivo que lo lleve a cualquier lado descubre que no tiene a dónde ir. Cada vez que ha decidido huir se ha encontrado inutimente plantado en el mismo lugar. Aprendió a convivir con fugas intrépidas de corto plazo. No importa el destino, lo importante es ponerse en marcha, salir de la situación. Es como el vaso de agua en un momento de tos inagotable. Sensación de calma momentánea.
Mira a través de las ventanillas pero no ve nada. Sus pensamientos se concentran en aspectos que no puede manejar. Se deshacen en alternativas que no conducen a nada. Se sienta en un café y deja pasar la tarde. Sabe que por la noche irremediablemente volverá a domir en su cama.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Esquirlas

La armonía se rompe en un instante. Cristales de un vidrio despedazado cuyas esquirlas se desparraman lentamente por doquier. Revoluciones eternas, quebrantos que se intensifican, soledades mudas de un todo defragmentado. Reconstruir pieza por pieza los cimientos que se deshacen como castillos de arena. Ciclos continuos que comienzan y se terminan inconclusos. Estancamiento eterno. Angustia de no ser.
El viento arrastra una hoja. La hace girar , la eleva, la empuja. Palidez saltarina que migra sin destino. Instantes antes se veía empalidecer prendida apenas a una rama ya mustia. Aferrada a ese hilo de vida no pudo contener el impulso. Ahora juega, se divierte. Por primera vez siente el placer de entregarse al soplido tierno que la convierte en un hada inquieta que desparrama magia por donde circunda. Instante supremo que vale lo que dura, toda una eternidad.
La imagino feliz. Inevitable sensación de angustia, de secreto compartido, de complicidad tácita. La veo caer de repente en un charco con agua, empantanada en el pavimento ya sin fuerzas para poder despegar.
Es una tarde tibia de otoño. Una brisa tierna se hace sentir en la piel y en los ojos húmedos. Los pies se hunden en veredas movedizas que también nos condenan a la soledad. Esquirlas de un pasado reciente que se prolongan por toda la eternidad.

viernes, 7 de mayo de 2010

Frío

Un súbito estremecimiento le recorre el cuerpo. Se encoge de hombros, se acomoda el cuello de la campera para abrigarse mejor. Rápidamente introduce sus manos resecas en los bolsillos. Camina derecho, rígido. Fumaría si pudiera, pero tiene frío y nunca en su vida ha fumado. Mientras camina imagina que una cámara lo sigue. Se siente dentro de una película. Un pensamiento se dispara y piensa en la influencia de los medios. Tantas teorías debatidas, tantos estudios realizados y otros más en pleno proceso acerca de los efectos de los medios en las personas. Se siente avergonzado cuando se sorprende pensando en que quizás la hipermediatización sí hizo estragos en su forma de mirar, ver, pensar, vestir, ser, vivir. Imagina que una cámara lo sigue y registra cada movimiento, como el Gran Hermano, o, mejor, como en una película. Sospecha que si gira su cabeza y mira de frente, más allá, fuera de los límites que puede percibir hay un puñado de personas mirando atentamente cada movimiento mientras come pochoclos y no puede olvidarse del teléfono celular ni por un momento. Alguien seguramente estará obstaculizando la atención que su proyección merece por un impertinente mensaje de texto o un llamado inoportuno. Al mismo tiempo cree que en lugar de ojos tiene cámaras donde él también registra imágenes y produce un documental distinto. Se siente una pieza más en un sistema que es perverso y tormentoso. Mira, y es mirado en un continuo de tiempo que burla la temporalidad de los medios y que al mismo tiempo les hace el juego. Se siente Truman, un poco tonto y otro poco inocente. Mira los carteles llenos de publicidad en las marquesinas e imagina que son parte del juego comercial de la publicidad no convencional. Los típicos "chivos". No se siente digno de un premio, más bien se sabe mediocre, sin capacidades para actuar, sin un libreto interesante. Ve pasar una y otra vez cientos de autos frente a sus ojos. Acaso como El Principito se pregunte si los que pasan ahora siguen a los primeros. Ve caras que le resultan conocidas y que se pierden en la multitud. Internamente sabe que no se trata de un deja vu. No sabe cuándo comenzó a rodar su película, menos aún sabe cuándo finalizará. Como Truman vive engañado y se deja engañar. A diferencia de él, no tiene la fortaleza para abrir la puerta animarse a vivir una vida distinta.
Camina con las manos en los bolsillos. Un frío abrazador lo envuelve justo cuando comienzan a pasar los títulos. Ese fue su fin.